domingo, 10 de octubre de 2010

Retrospectiva

Un paseo en el transporte publico de mi localidad en una tarde clara y un poco calurosa. Hemos salido del billar después de unas cervezas y el sentimiento de un primer beso mueve sensaciones en nosotros. Una platica cómoda desde la parte trasera del camión donde nos encontramos, ella comienza con las miradas sensuales que le caracterizan y a hacer insinuaciones que lleven  a que me sonroje un poco y mis ánimos suban por  el anhelo de un momento divertido de pasión
.
La proposición esta hecha y ella acepta, su mano comienza a recorrer mi pierna mientras nuestras miradas están fijas y seguimos con la platica que solo es un solvente para el momento de tensión sensual que domina el aire a nuestro alrededor. Auch!!! mi cabeza golpeo el cristal de la ventana, creo que pasamos un tope y el camionero conduce como un animal, pero eso no detiene el momento mas que unos segundos para dar lugar a risas por el incidente.
Su mano rosa mi entrepierna una y otra vez, lo hace tan suavemente que mis ánimos en verdad comienzan a subir, me decido a besar sus labios pues creo que ella lo desea tanto como yo, nos comportamos juguetones al principio pues no nos besamos de lleno, no.... nos damos nuestro tiempo para disfrutar del beso mientras su mano sigue en mi entrepierna. Mis brazos la rodean apasionadamente, creo que me empiezo a entregar porque esto comienza a rebasar lo carnal y entra en el campo de lo sentimental, busco la forma para dejarle entrever que le tengo aprecio y mi forma de sujetarla hace su trabajo perfectamente ya que deja salir un suspiro de placer y felicidad al estar entre mis brazos.

Deja de tocar mis partes intimas para corresponder mi acción y con una mano toma mi cara y la acaricia de una forma tierna y ala vez salvaje pero en movimientos lentos y marcados. El hielo se ha vuelto agua y ahora bebemos del mismo liquido, llevados por un solo deseo, una visión y muchos movimientos. Entre tanto beso se nos va el tiempo, no existe tiempo ni espacio, personas, lugares o nombres, solo esta sensación húmeda y cálida de su boca con la mía. En determinado momento nos detenemos para mirarnos el uno al otro, nos quedamos así cerca de 5 segundos, con la mirada llena de sentimiento, felicidad y satisfacción, observo el rubor de sus mejillas, el brillo en sus ojos y el ritmo un poco acelerado de su respiración, este es un momento único en la vida  y lo disfruto a mas no poder, me embriago de su persona y guardo la esencia del momento para la posteridad, para aquellos momentos de la soledad  donde la tristeza reina y pueda sacarlos para extraer de mi una sonrisa melancólica y sepa que en realidad estoy vivo y que vivo por momentos tan poéticos como este.

Mi mente es un remolino sin orden pero la perdición tan satisfactoria no dura mucho ya que de repente ella voltea hacia la ventanilla y nota que mi destino ha llegado, yo sin mas que hacer me despido con un pequeño beso en sus labios y con la mirada de felicidad y tristeza pero que dice: te quiero.

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